Psicología

Empoderar al enfermo

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Durante siglos, la medicina se ha basado en un modelo paternalista donde el médico sabía lo que era mejor para el paciente aun sin saber lo que este sentía o deseaba.

En el siglo XXI esta postura es cada vez menos frecuente, aunque aún debemos hacer un esfuerzo consciente para aceptar las decisiones del paciente, especialmente cuando no se corresponden con las que creemos deberían tomar desde nuestra postura profesional.

El empoderamiento es un tema muy interesante del que pocas veces hablamos. ¿Qué significa empoderarnos? ¿cómo podemos empoderar a un paciente? ¡Vamos a responder estas preguntas!

¿Qué significa empoderarnos? Esta palabra algo extraña describe la posibilidad de descubrir el poder interno que todos poseemos. Cuando sentimos este poder, afrontamos con valentía los retos de la vida, sentimos que tenemos en nuestro interior todas las herramientas necesarias para caminar con seguridad por la vida.

Creo que empoderarnos también supone buscar ayuda cuando hay cosas que se nos escapan, es explorarnos a nosotros mismos, conocernos como nadie nos puede conocer, dedicarnos tiempo para valorar lo que nos quita poder y lo que nos aporta poder.

Sé que probablemente la palabra poder no te guste demasiado porque lo tienes asociado a la desigualdad. Parece que si yo tengo poder, le estoy quitando a otro su poder.

En realidad esto no es así, cada persona tenemos una fuente infinita de poder que nos ayuda a ver la vida con esperanza o de manera negativa, con amor o con miedo. El poder que usamos para conocernos mejor, para ayudar a otros y para alcanzar las metas que nos proponemos sin hacer daño por el camino, es un recurso muy valioso que debemos conocer y usar.

El empoderamiento nos hace más autónomos y responsables de nuestra vida, de nuestra salud física y mental, de nuestro bienestar y de las decisiones que tomamos. Cuando sientes tu poder en cuerpo y mente, sientes que cada paso que das, es el que debes dar, sintiéndote profundamente satisfecho de tu vida, sabiendo que estás creando de manera consciente la vida que deseas vivir.

¿Cómo podemos empoderar a un paciente? En el ámbito de la salud, empoderamos a un paciente cuando fomentamos su autonomía, cuando no le hacemos dependiente de nosotros, cuando le hacemos saber que es un adulto y que como tal puede tomar las decisiones que considere son mejores para su vida, aunque esas decisiones no coincidan con lo que nosotros opinamos o pensamos.

Para empoderar al paciente, debemos hacer un complejo ejercicio de distanciamiento, sabiendo que nosotros no somos él o ella y él o ella no es nosotros, por lo que sus decisiones se basan en su perspectiva y biografías únicas. Nunca olvides que cada persona es un ser único y para que él o ella pueda vivir en coherencia consigo mismo, ha de decidir de manera autónoma.

Las consecuencias de desarrollar este empoderamiento son…

  • El paciente gana en autonomía e independencia.
  • Es capaz de re-interpretar su enfermedad desde perspectivas alternativas.
  • Muestra un mejor ajuste a la enfermedad y los tratamientos.
  • El enfermo recupera el control que la enfermedad le arrebató.
  • Es capaz de auto-gestionar su salud de una manera mucho más eficaz.
  • Se adapta de una manera más positiva a los cambios físicos y emocionales que provoca la patología.
  • Modifica su estilo de vida de manera permanente por estar convencido de la necesidad de ello para tener una mejor calidad de vida.

En el proceso de empoderar a los pacientes, los profesionales solo podemos apoyar las iniciativas del enfermo para estar más implicado en su mejoría haciéndole partícipe de la toma de decisiones (que ha de ser compartida), donde el profesional muestre las opciones de intervención óptimas en cada caso y el paciente sea quien decida, en último término, lo que desea. Una vez más en este paso, es esencial la comunicación e información suministrada por parte del profesional.

También considero clave animar al paciente durante su mayor participación, pues de este modo resaltamos una conducta positiva que deseamos instaurar, empoderas a tus pacientes cuando les dotas de las herramientas, técnicas y conocimientos necesarios para que puedan ser autónomos en cuanto a la gestión y regulación de su salud. Todo esto promueve la auto-determinación, esa capacidad de tomar decisiones de manera independiente que muestra la persona empoderada.

El empoderamiento en la salud mental y emocional: Creo que los fármacos son necesarios en muchas patologías, pero también creo que estamos sobre-medicando a los pacientes, donde las emociones naturales que todo ser humano ha de sentir -tristeza, ansiedad, estrés, miedo, frustración, desesperanza, etc.- se patologizan, pensando que una pastilla puede acabar con el sufrimiento humano, sin darnos cuenta del enorme valor del sufrimiento, la tristeza, la ansiedad, olvidando que las emociones señalizan que algo no funciona bien.

Ahogar al síntoma (la emoción) solo hará que el problema subyacente tome más fuerza y se empiece a expresar en el cuerpo por medio de enfermedades y molestias, lo que sin duda hará perder mucho poder al paciente, quien puede llegar a pensar que no puede hacer nada por sentirse mejor consigo mismo, pues la pastilla que toma cada día está sustituyendo su capacidad para crecer y gestionar su salud emocional.

El papel de los psicólogos es el de ayudar a que cada persona encuentre en su interior recursos que le ayudan a regular sus emociones, no a asfixiarlas.

Si estás atravesando una etapa complicada a nivel emocional, si sientes que la pandemia del Covid-19 ha sacado a la luz tu ansiedad, estrés o tristeza o incluso si eres profesional de la salud y te sientes profundamente agotado, te recomiendo que busques la ayuda de un psicólogo que te pueda acompañar por este camino.

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