En este artículo compararemos paracetamol e ibuprofeno, cuándo conviene uno u otro dependiendo del dolor, fiebre o inflamación y explicaremos sus contraindicaciones básicas. Además, de la mano de la Compañía de seguros de salud proporcionaremos algunos consejos de uso responsable.
Medicamentos para controlar la fiebre
Tanto el ibuprofeno como el paracetamol son antipiréticos, es decir, ayudan a controlar la fiebre. Sin embargo, el paracetamol suele ser la primera opción por su buena tolerancia y menor riesgo de efectos secundarios gastrointestinales. Por esta razón, se recomienda especialmente en la población pediátrica, en personas de la tercera edad, y en todos aquellos con estómago sensible. Además, su uso está más consolidado en situaciones como fiebre por gripe o infecciones virales comunes.
Dolor de leve a moderado (cefalea, dolor menstrual, dolores de músculos)
Es común que ambos medicamentos alivien este tipo de dolores, pero el paracetamol es el indicado cuando se busca analgesia sin inflamación. En casos como cefalea ocasional, molestias musculares después de hacer ejercicio o dismenorrea leve, el paracetamol por lo general es más que suficiente. Su seguridad lo hace utilizable para tratamientos de corta duración sin necesidad de vigilancia médica.
Dolores inflamatorios (artritis, dolor de muelas y lesiones deportivas)
El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE), lo que le hace más eficaz en el tratamiento de dolencias con componente inflamatorio. Para casos como artritis reumatoide, dolor de muelas por inflamación de encías o un esguince con inflamación y enrojecimiento, el ibuprofeno es más efectivo que el paracetamol. Es útil, también, en el periodo postoperatorio de cirugías donde existe inflamación postoperatoria.
Mecanismo de acción
El paracetamol inhibe la actividad de una enzima, en el sistema nervioso central, reduciendo la percepción del dolor y regulando la temperatura del cuerpo. De aquí su efectividad como analgésico y antipirético, en procesos sin efectos antiinflamatorios significativos, lo que limita su uso cuando la inflamación es protagonista.
El ibuprofeno, por su parte, inhibe las enzimas ciclooxigenasas COX-1 y COX-2, disminuyendo la producción de las prostaglandinas que causan el dolor, fiebre y la inflamación. Esta acción le confiere propiedades más amplias, aunque desfavorablemente puede interferir otras funciones fisiológicas, como la protección de la mucosa gástrica y el flujo sanguíneo renal.
Efectos adversos y contraindicaciones
El paracetamol es, por lo general, seguro si se toman las dosis recomendadas. No deben tomarlo personas que padecen enfermedades hepáticas o con consumo crónico de alcohol. Una sobredosis puede resultar en daño severo, incluso fatal, al hígado. Si se toma con alcohol u otras drogas hepatotóxicas, el riesgo de daño hepático aumenta.
El ibuprofeno es eficaz, pero con más potenciales efectos adversos. Las personas que padecen úlceras, gastritis, insuficiencia renal, hipertensión o enfermedades cardiovasculares deben evitarlo. También no debe ser tomado durante el embarazo, particularmente durante el tercer trimestre. Sus riesgos incluyen problemas gastrointestinales (gastritis, úlceras y sangrado), renales y cardiovasculares si se usa por un largo tiempo o en altas dosis. También puede interactuar con anticoagulantes y antihipertensivos.
Guía para un uso responsable
1. No mezclar sin orden médica. Aunque en algunos casos se alternan (por ejemplo, en fiebre alta persistente), esto debe hacerse bajo supervisión médica para evitar toxicidades cruzadas.
2. Dosis y frecuencia. La toma de paracetamol no debe exceder 4 gramos por día (normalmente 500 mg cada 6-8 horas). En algunos casos, la dosis máxima recomendada puede necesitar ser reducida a 3 gramos en adultos mayores. En cuanto al ibuprofeno, no debe exceder entre 1.200-2.400 mg al día dependiendo de la edad y condición clínica. La dosis más común para adultos es de 400 mg cada 8 horas.
3. Duración del tratamiento. No deben tomarse crónicamente sin supervisión médica. Si el dolor o la fiebre persisten por un período prolongado, se debe consultar a un profesional.
4. Lectura de prospectos y advertencias. Es fundamental para determinar cualquier interacción con otros medicamentos y condiciones preexistentes. También se debe comprobar la fecha de caducidad y el medicamento debe almacenarse correctamente.
Recomendaciones basadas en el perfil del paciente
- Niños. Preferiblemente tratados con paracetamol debido a su perfil de seguridad, a menos que se especifique lo contrario. Para niños pequeños, se recomienda administrar la dosis en jarabe y dosificar por peso.
- Embarazo. El paracetamol es seguro durante todo el embarazo. Debe evitarse en el tercer trimestre debido al riesgo de cierre prematuro del ductus arterioso fetal
- Personas mayores: Es mejor tolerado el paracetamol debido a un menor riesgo de efectos secundarios. El ibuprofeno solo se recomienda bajo estrecha supervisión médica debido a su impacto en la presión arterial y la función renal.
En suma, la elección de ibuprofeno o paracetamol depende del dolor o los síntomas específicos, así como del historial del paciente. El paracetamol es más apropiado en caso de fiebre o dolor sin inflamación, mientras que el ibuprofeno es preferible en condiciones con inflamación. Ambos deben consumirse de manera responsable, observando los límites, la duración de la ingesta y las contraindicaciones.