Psicología

Profesional consciente en pandemia

 

Cursos, Masters y Expertos Universitarios para Enfermería

Vivimos tiempos extraños y muy estresantes para ciertas profesiones, como ocurre en el ámbito sanitario.

La pandemia por Covid-19 lleva ya un año junto a nosotros y parece haberlo cambiado todo. Este visitante invisible ha exagerado todo… lo bueno y lo menos bueno.

Mantenerse equilibrado en estos tiempos cambiantes, es un arte que todos podemos practicar cada día, porque vivir una vida consciente requiere trabajo interno y mucha observación. Pero podemos decidir vivir plenamente con lo que la vida nos traiga, sin juzgarlo, simplemente aceptando que la vida es así.

Los profesionales que trabajáis en centros de salud y hospitales, os sentís exhaustos, sin energía física ni mental. Y esto es señal de que necesitáis más atención, tenéis que entrar en vosotros mismos y cuidaros como cuidáis a los demás. Porque cuando te atiendes y quieres, todo cambia.

Tal vez la pandemia continúe con nosotros un tiempo, seguramente aparecerán nuevas oleadas de contagios, probablemente siga faltando personal y tengáis que asumir más responsabilidades de las que tenéis habitualmente… Pero cuando eres un profesional consciente, todo eso es vivido desde otro lugar… uno lleno de calma, serenidad, seguridad, confianza y amor por ti mismo.

Y hoy quiero enseñarte cómo puedes convertirte en este profesional consciente, y lo haré con consejos y un pequeño regalo.

Un profesional consciente se caracteriza por…

Saber lo que siente: Hemos vivido gran parte de nuestra vida desconectados de nuestras emociones y de no verlas ni sentirlas, creemos que no existen. El primer gran paso que debemos dar para vivir conscientemente nuestra vida, es saber qué emociones nos visitan, porque si no las sabemos identificar, no podremos regularlas.

Las emociones son curiosas porque se expresan de diferentes maneras: a través del afecto, del cuerpo y de la mente en forma de pensamientos y auto-diálogo.

La manera natural en que sentimos las emociones, es a través del afecto, esas sensaciones anímicas que acompañan a cada emoción. Y lo curioso del afecto es que toma al cuerpo para expresarse. De hecho, solemos hacernos conscientes de nuestras emociones a través de los nudos en la garganta o vacíos en el pecho, a través de las lágrimas que salen de nuestros ojos o de la tensión muscular. Este es el mejor ejemplo de que cuerpo y mente son uno y necesitamos a ambos para conectar con nuestras emociones.

Debes saber que el agotamiento y falta de energía, los vivimos desde nuestro mundo emocional y desde nuestro cuerpo. Por eso la fatiga es una señal de que debemos cuidarnos más desde dentro.

Saber lo que piensa: Otra manera en que podemos vivir conscientemente, es escuchando atentamente los pensamientos que nacen en nuestra mente y el monólogo diario que tenemos con nosotros mismos.

Si bien las emociones nacen en la mente y crean en nosotros sensaciones físicas intensas, también se expresan en un nivel más racional. Cuando hemos pasado mucho tiempo desconectados de nuestras emociones y de nuestro cuerpo, nos volvemos sordos a esa primera manifestación de las emociones.

Y es en ese momento en que empezamos a sentir que nuestra mente está ocupada e hiperactiva. Es habitual que ciertos pensamientos giren una y otra vez en nuestra mente, especialmente cuando nos tomamos un tiempo libre.

Cuando vivimos conscientemente, identificamos lo que pensamos y en lugar de enredarnos en esos pensamientos, permitimos que estos fluyan. Dejamos de alimentarnos con el mayor combustible… nuestra atención.

Dedicarse tiempo: Cuando decidimos vivir conscientemente y convertirnos en un profesional consciente, comenzamos a dedicarnos más tiempo a nosotros, a la persona única que en realidad somos.

Darnos tiempo hace referencia a varias cosas: a descansar de nuestras responsabilidades, a hacer cosas que nos motivan y alegran, a respetar nuestras emociones, sin tratar de asfixiarlas ni de mantenerlas con nosotros mucho tiempo.

Darnos tiempo supone aceptar las cosas que la vida trae hasta nosotros. Porque cada suceso, persona y emoción, son maestros que nos muestran las lecciones que debemos aprender. Y cuando orientamos nuestra vida hacia el aprendizaje eterno que en realidad hemos venido a hacer, todo toma otro sentido y somos capaces de ver más allá de las situaciones que llegan hasta nosotros.

Busca ayuda: Cuando nos hacemos conscientes de nosotros como una persona única e irrepetible, más allá de nuestro trabajo y de los diferentes roles que tenemos en nuestra vida (padres, hijos, hermanos, profesionales, amigos), empezarnos a cuidarnos.

Y una parte esencial dentro del cuidado, es identificar cuándo necesitamos que alguien nos ayude a conocernos mejor, a re-encontrarnos cuando nos hemos perdido, emprendiendo el viaje de aprender a vivir de manera plena y consciente.

Los psicólogos hacemos esto, yo lo hago cada día con mis pacientes. Y debo decirte que en este camino del auto-conocimiento, descubrirás cosas de ti mismo que nunca hubieras imaginado y que cuando al fin comprendes, desbloquea muchos de los problemas que existen en tu vida.

De modo que no lo dudes, para ser un profesional consciente, debes comenzar por ti, cuidándote, queriéndote y dedicándote tiempo. Y a veces ir acompañado por este camino, es la mejor opción.

Respirar: La respiración es nuestra gran aliada, es nuestra herramienta más preciada, aunque no siempre lo sabemos. Respirar es mucho más que introducir oxígeno en nuestro cuerpo y expulsar dióxido de carbono.

En realidad, la respiración envía señales muy  importantes a tu cuerpo. La respiración superficial que solo utiliza la parte superior de los pulmones, indica a tu cuerpo que estás en peligro y por tanto desencadena la respuesta de “lucha-huida” propia del estrés. Y cuando el estrés se activa en nuestro cuerpo y mente, comienza una gran revolución.

Sin embargo, la respiración calmada, serena y consciente, donde usamos gran parte de nuestra capacidad pulmonar o toda ella, envía mensajes importantes a tu cuerpo. Mensajes como que no hay peligro, que puede relajarse y esta señal activa lo que yo llamo la “respuesta de aprendizaje-crecimiento”, donde eres capaz de sanarte y  seguir evolucionando.

De modo que el mejor consejo que te puedo dar para comenzar a ser un profesional consciente, es dedicarte 5 minutos diarios a ti, a respirar con conciencia. Simplemente cerrando tus ojos y observando cómo respiras, perdiéndote en esta marea eterna que siempre está disponible para ti. Tras dos o tres semanas haciendo este pequeño ejercicio, notarás grandes cambios en tu mente y cuerpo porque estarás enviando las señales correctas.

El segundo consejo que te puedo dar, viene en forma de meditación que te puedes descargar. Y es que sé lo importante que es que te cuides en estos tiempos agotadores. Y por eso he grabado una meditación para ti. Es muy breve, dura 7 minutos y te ayudará a conectar más profundamente contigo mismo y a valorar el magnífico trabajo que haces cada día.

Con esta meditación que he grabado con todo mi amor, aprenderás a convertirte en un profesional consciente. Tan solo escúchala todos los días o al menos 3 veces por semana y observa los cambios que se producen en tu vida… Parecerá magia, pero tan solo es que estás entrenando tu mente, escuchando y regulando tus emociones y contactando contigo, ese “yo” que tienes olvidado y que también te necesita.

Puedes descargarte esta meditación desde aquí.

La pandemia es una gran excusa para empezar a cuidarte y quererte como te mereces

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