Se trata de puntos simples intradérmicos continuos sin nudos, lo que nos permite que sea una técnica de sutura más rápida, pero a la vez no tan fuerte como los puntos individuales por lo que no siempre está indicada.
Esta técnica de sutura no se emplea como única forma de cierre en heridas con moderada tensión ya que los puntos pueden causar isquemia del plexo subdérmico superficial y lesionar los tejidos.
Por otro lado, en el caso de que exista la formación de un hematoma, éste no tendrá zona de drenaje como en el caso de los puntos individuales que drenaría por el espacio entre cada uno de ellos, de modo que si esto ocurriese sería necesario retirar la sutura al completo.
Mediante el uso de esta técnica el resultado estético resultante es mejor, ya que no existen salidas de los puntos a la superficie, permitiendo dejarlos por más tiempo y así lograr un mejor proceso de cicatrización.
Para su realización debemos introducir la aguja a 1cm del borde de la herida, pasando la misma para salir justo en el vértice de la herida. El extremo de la sutura debe ser sujetado con un mosquito para anudarla al final.
Posteriormente la aguja se dirige paralela a la epidermis y se pasa en uno de los bordes en la línea de unión de la epidermis con la dermis saliendo entre 5 y 6mm de separación del borde de la herida. Luego se vuelve a introducir la aguja en el lado opuesto en el mismo plano y la misma disposición horizontal, a la misma altura del punto anterior.
Siguiendo estos puntos de manera sucesiva se va formando una configuración de zigzag intradérmica que afronta los bordes de la herida y finalmente se sale distal al borde final, atando la sutura sobre sí misma.
Silvia Mencía Gómez Sutura continua intradérmica Máster en instrumentación y técnicas quirúrgicas |