A corto plazo, comer demasiado azúcar puede contribuir al acné, el aumento de peso y al cansancio. A largo plazo, por otro lado, el exceso de azúcar aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.
Según varios estudios, las personas consumen demasiada azúcar agregada, entendiéndose esta como los azúcares que los fabricantes agregan a los alimentos para endulzarlos. Por ejemplo, de acuerdo con las Pautas dietéticas para los estadounidenses, en promedio, consumen 17 cucharaditas de azúcar agregada cada día, lo que suma hasta 270 calorías.
Sin embargo, las pautas aconsejan que las personas limiten los azúcares agregados a menos del 10% de su ingesta diaria de calorías. Para una ingesta diaria de 2.000 calorías, el azúcar agregado debe representar menos de 200 calorías.
En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que las personas comen la mitad de esa cantidad, con no más del 5% de sus calorías diarias provenientes de azúcar agregada. Para una dieta de 2.000 calorías por día, esto equivaldría a 100 calorías, o 6 cucharaditas, como máximo.
Riesgos de comer demasiado azúcar
Consumir demasiada azúcar también puede contribuir a problemas de salud a largo plazo. Por ejemplo, a una caries dental, ya que el azúcar alimenta las bacterias que viven en la boca. Por tanto, cuando las bacterias digieren el azúcar, crean ácido como producto de desecho y este ácido puede erosionar el esmalte dental y provocar agujeros o cavidades en los dientes.
Por otro lado, también provoca acné. De hecho, un estudio de 2018 mostró que aquellos que bebían bebidas azucaradas siete veces por semana, o más, tenían más probabilidades de desarrollar acné moderado o severo. Además, el consumo de azúcar también puede disminuir los factores de crecimiento similares a la insulina, los andrógenos y el sebo.
El azúcar también puede afectar a las hormonas en el cuerpo, que controlan el peso de una persona. En este sentido, la hormona leptina le dice al cerebro que una persona ha comido lo suficiente. Sin embargo, una dieta alta en azúcar puede causar resistencia a la leptina.
Esto puede significar que, con el tiempo, una dieta alta en azúcar evita que el cerebro sepa cuándo una persona ha comido lo suficiente.
Asimismo, un artículo de 2013 en PLOS ONE también indicó que los niveles altos de azúcar en la dieta pueden causar diabetes tipo 2 con el tiempo. A esto se unen factores de riesgo como la obesidad y la resistencia a la insulina.
Otro gran estudio encontró que las personas que obtuvieron entre el 17 y el 21% de sus calorías diarias de azúcar agregada, tenían un 38% más de riesgo de morir por la enfermedad cardiovascular. De hecho, para aquellos que consumieron 21% o más de su energía de azúcares agregados, su riesgo se duplicó.
En otro estudio, los investigadores encontraron un vínculo entre las bebidas azucaradas y la hipertensión arterial o hipertensión. Además, la hipertensión también es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.
El consumo excesivo de azúcar puede causar inflamación, estrés oxidativo y obesidad. Factores que, generalmente, influyen en el riesgo de una persona de padecer cáncer.
Por último, el exceso de azúcar en la dieta también conduce a la formación de productos finales de glicación avanzada, que juegan un papel en la diabetes, pero que también afectan a la formación de colágeno en la piel.