España registró un aumento significativo en el número de ensayos clínicos con fármacos autorizados en 2022 en comparación con los años previos, según el Registro Español de Estudios Clínicos (REEC) coordinado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). En total, se autorizaron más de 900 ensayos clínicos, lo que supone un aumento en comparación con los 800 y 833 estudios clínicos autorizados en 2018 y 2019, respectivamente.
Del total de ensayos clínicos autorizados, el 86% fueron impulsados por compañías farmacéuticas, que han aumentado su inversión en investigación y desarrollo (I+D) en esta área en los últimos años. Según la última Encuesta sobre Actividades de I+D, la inversión de estas compañías ha aumentado a un ritmo medio anual del 5,3% en la última década, alcanzando los 789 millones de euros en 2021, lo que equivale al 60% de la inversión total en I+D del sector farmacéutico en España.
La inversión en investigación clínica no solo beneficia a las empresas farmacéuticas, sino también a los hospitales que acogen los ensayos clínicos, así como a los profesionales sanitarios que participan en ellos. Además, los pacientes españoles también se benefician de la oportunidad de participar, lo que puede brindarles una oportunidad única para curar su enfermedad.
El cáncer es el área terapéutica con más ensayos clínicos registrados, con 328 estudios en total. Le siguen las enfermedades del sistema nervioso y las patologías del sistema inmunitario. Las enfermedades respiratorias, hematológicas, víricas y cardiovasculares también se encuentran entre las áreas terapéuticas con mayor número en 2022, según los datos del REEC.
Ensayos clínicos destinados a enfermedades raras
Destaca también el aumento en el número de ensayos clínicos destinados a enfermedades raras en España. En 2022, las enfermedades raras acapararon el 25% de los ensayos clínicos realizados, con un total de 230 estudios autorizados. Este dato ha evolucionado de manera importante en los últimos años, pasando de los 73 estudios destinados a probar medicamentos huérfanos en 2018 a los 117 en 2019.
En definitiva, el aumento en el número de ensayos clínicos autorizados en España en 2022 es una buena noticia para la investigación biomédica en nuestro país, especialmente en áreas terapéuticas con necesidades médicas no cubiertas, como las enfermedades raras.
Además, esta inversión en investigación clínica no solo beneficia a los pacientes que participan en los ensayos, sino también al sistema sanitario en general, ya que implica una mejora en la calidad de la atención médica y una mayor preparación de los profesionales sanitarios.