Opinión

Masculook, o cómo conseguir un rostro más varonil

 

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Cuando se habla de tener un aspecto masculino, siempre se piensa en una mandíbula ancha y prominente, unos pómulos marcados, una nariz con presencia y una frente ancha. Todo ello con una buena proporción, aderezado con una buena cabellera y una mirada afilada. Todo ello es lo que muchos hombres buscan tener, y lo que encuentran cuando deciden pasar por un proceso de masculinización facial o Mascu-Look en centros de estética especializados.

Pero, ¿qué es exactamente el Masculook?

El Masculook, también escrito Mascu-Look, es un tratamiento que se centra en masculinizar el rostro del hombre. Generalmente se hace con fines estéticos para resaltar esos rasgos tan propios del género masculino para hacer que cualquier hombre tenga un aspecto más atractivo o, más bien, más varonil. Dentro de los canones de belleza masculinos occidentales, todos nos podemos hacer una idea de lo que esto implica: resaltar los pómulos, el mentón, dar más definición a la mandíbula o incluso ensanchar la nariz.

Ahora bien, aunque todo hombre que decida pasar por este tratamiento busca un mismo objetivo, hay que tener muy claro que la fisionomía de una persona es muy distinta a la de cualquier otra. Por eso, cuando se decida pasar por este proceso de masculook, se debe empezar por un estudio.  Centros especializados como la clínica MaxiloDexeus de Barcelona, analizan la forma, la fisionomía de la persona en cuestión y, por supuesto, sus necesidades. Hay veces en las que solo hace falta perfeccionar alguna zona, pero también hay ocasiones en las que el procedimiento debe aplicarse a todo el rostro al completo.

En muchas ocasiones, es tan simple como utilizar soluciones de ácido hialurónico localizadas. Con agujas extremadamente finas, se inyectan pequeñas dosis en los puntos necesarios a través de sesiones que no suelen llegar siquiera a la hora de duración. Lo más curioso es que los resultados son prácticamente instantáneos y duraderos. De hecho, tras una sesión de masculinización facial, los rasgos pueden quedar resaltados durante hasta 18 meses.

Ese punto a favor también es un punto en contra, ya que deja claro que no es algo perenne, sino caduco. Los hombres que quieran lucir un rostro más varonil necesitarían pasar periódicamente por los quirófanos o centros especializados para repetir el procedimiento y mantener ese aspecto tan distintivo, tan «de hombre», salvo que decidan optar por otras soluciones más invasivas. También cabe mencionar que esta solución, aunque pueda parecer algo meramente estético, resulta de utilidad en aquellos casos de cambio de sexo en los que se busque resaltar todavía más las facciones.

Tratamientos habituales en la masculinización facial

Como bien hemos explicado, lo habitual en el masculook es la inyección de ácido hialurónico en zonas localizadas. Sin embargo, el Dr. Toni Arcas especialista en masculinización facial explica que si se buscan resultados excepcionales y duraderos, es necesario contemplar varios tratamientos que van vinculados a la masculinización del rostro de un hombre, y los vamos a listar y detallar a continuación:

  • Aumento de los pómulos: además de a través de ácido hialurónico, hay casos en los que los centros de cirugía estética permiten la posibilidad de colocar prótesis personalizadas para los pómulos que den una mayor angularidad al rostro. Al hacer esto, se consigue un efecto mucho más duradero, de hecho es prácticamente permamente. Sin embargo, la intervención también es más complicada.
  • Frontoplastia: se amplía, se ensancha la frente para conseguir un acabado más armonioso con el resto del rostro. Aunque no siempre es así, también puede hacerse que una frente excesivamente plana tenga el volumen adecuado, o que se eliminen algunas protuberancias o irregularidades poco estéticas.
  • Mentoplastia: sin duda, una de las intervenciones más demandadas tanto entre hombres como entre mujeres. Si nos limitamos al masculooking, aquí lo que se hace es dar más prominencia al mentón para que se dibuje una mandíbula más marcada entre este y los pómulos. No solo se puede dar más volumen y forma, también se puede desplazar para conseguir un acabado más simétrico y estilizado.
  • Rinoplastia: otro de los tratamientos estéticos por excelencia, tanto, que hombres y mujeres acuden a él por igual. De nuevo, debemos trasladarlo al concepto del masculooking, en cuyo caso hablamos de narices más ensanchadas y prominentes, narices que vayan más «a juego» con el nuevo volumen de la frente y en armonía con los pómulos. Y no, esto no se consigue solo con inyecciones de ácido hialurónico, sobre todo si se quieren resultados para siempre.
  • Implantes Capilares: la alopecia es uno de los mayores enemigos del hombre, y su tratamiento es otro de los más buscados cuando hablamos de la masculinización del rostro. Por suerte, las nuevas soluciones de trasplantes capilares consiguen unos resultados tan rápidos efectivos como poco invasivos y altamente duraderos. Sin duda, son infalibles.

Estos son los tratamientos que más suelen darse cuando hablamos de masculinizar una cara. Los centros estéticos se están especializando cada vez más en ofrecer soluciones completas en este sentido, que reúnen más de una de estas soluciones para conseguir el resultado final deseado.

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