El concepto de reloj biológico en la mujer es algo bastante arraigado en nuestra sociedad. Esto, en realidad, lo que hace es aludir al momento en el que la mujer deja de ser fértil por la propia naturaleza de su cuerpo, algo que está íntimamente ligado con el número de óvulos que posee.
Mientras que el hombre produce esperma a lo largo de toda su vida, aunque su calidad se pueda deteriorar con el paso del tiempo, la mujer nace con un número determinado de óvulos que será con el que cuente para siempre. Pero, ¿cuántos son?
El número de óvulos que tiene la mujer
El número de óvulos con el que cuenta cada mujer no es exactamente el mismo en cada caso. Sin embargo, lo habitual es que se cuente con 1 millón de óvulos potenciales en el momento del nacimiento. Es decir, tiene los denominados folículos ováricos que darán lugar a posibles óvulos viables y que no podrán producir más con el paso del tiempo: es una cantidad inamovible.
La reserva con la que cada mujer cuente será su herramienta para la fertilidad y va a ir cambiando con el paso del tiempo. Durante la pubertad se cuenta con una cantidad aproximada de 1 millón de óvulos, pues no es hasta esta etapa cuando comienza el ciclo menstrual.
A los 25 años la cantidad se reduce hasta unos 300 mil aproximadamente, momento en el que puede ser interesante congelar óvulos si se desea tener hijos y no se tiene una pareja en ese momento o no es viable por la situación personal. Se trata de una etapa ideal porque, a partir de los 35, el descenso será mucho más pronunciado hasta llegar a la menopausia: momento en el que se agotan por completo.
Los óvulos se van perdiendo a medida que se suceden los ciclos menstruales. En cada menstruación, la mujer pierde varios óvulos: el que es capaz de madurar y ser liberado por el ovario, y también los que son reabsorbidos por el cuerpo.
Los óvulos, ¿cantidad o calidad?
Existe una relación directa entre el número de óvulos en cada etapa de la mujer con su capacidad para la fertilidad, pues en la adolescencia esto será mucho más probable que pasados los 35 años.
Sin embargo, la cantidad no lo es todo y mucho menos es lo más importante. La calidad de los óvulos guarda un papel crucial para llevar un embarazo a término. Es posible, de hecho, que una mujer de 37 años con óvulos de calidad tenga más posibilidades de gestar que una de 18 con más cantidad pero menos eficiencia.
Con la calidad nos referimos a una serie de cualidades que hacen que los óvulos puedan ser viables con mayor facilidad. Esto implica los factores morfológicos y la dotación cromosómica que estos contienen para generar un embarazo fructífero.
Por suerte, en la actualidad hay cantidad de sistemas para hacer recuentos de óvulos y conocer la cantidad de ellos con los que cuenta una mujer, medir su calidad o realizar tratamientos de reproducción asistida en caso de no contar con los atributos necesarios. La ciencia está muy avanzada en cuestión de fertilidad, y prácticamente todas las mujeres tendrán la oportunidad de intentar ser madres si así lo desean.
