Pese a que la American Hearth Association (AHA) indica que una de cada tres mujeres morirá de enfermedades cardíacas y que, de hecho, hay un aumento de este tipo de enfermedad en mujeres mayores de 55 años, parece que todavía hay muchas diferencias en la forma en la que las mujeres toman medidas preventivas y reciben atención.
Por ejemplo, las mujeres esperan hasta un treinta por ciento más de tiempo para ir al hospital que los hombres cuando experimentan los primeros síntomas de ataque cardíaco. Además, las mujeres también tienen un cincuenta por ciento más de probabilidades de ser diagnosticadas incorrectamente después de sufrir un ataque cardíaco.
“La enfermedad cardíaca es una de las principales causas de muerte tanto de hombres como de mujeres. Por eso, me gustaría que todas las mujeres sepan que si tienen corazón, están en riesgo, pero lo más importante es que entiendan que el ochenta por ciento de las veces este tipo de enfermedad se puede prevenir”, explica la doctora Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva y portavoz de AHA.
Pero, ¿qué impulsa estas diferencias de género? Lo cierto es que son varios factores.
La falta de conciencia.
La doctora Elsa-Grace Giardina, directora del centro para la Salud de la Mujer en la división de Cardiología del Centro Médico de la universidad de Nueva York-Presbyterian, explica que menos del sesenta por ciento de las mujeres reconoce que la enfermedad cardíaca es una de las principales causas de muerte entre las mujeres.
“Esta estadística ha mejorado en las últimas décadas, pero no es donde necesitamos que esté. Necesitamos hacer un mejor trabajado a la hora de educar a la población en general. Incluso las mujeres que sufrieron un ataque cardíaco tienen más probabilidades de pensar que morirán por algún tipo de cáncer en lugar de una enfermedad cardíaca”, explicó Giardina.
Steinbaum está de acuerdo y, de hecho, señaló que la AHA y otras organizaciones internacionales trabajan para difundir el mensaje sobre la importancia de la prevención, pero que se debe hacer más.
Diferentes síntomas de los hombres.
Mientras que los hombres y las mujeres, con mayor frecuencia, presentan molestias en el pecho o en el medio del pecho, Giardina indica que las mujeres pueden experimentar signos más sutiles de enfermedades cardíacas.
“Si se presentan con síntomas vagos, puede que el médico no reconozca de inmediato que estos síntomas están asociados con enfermedades del corazón. A menudo, sus síntomas pueden malinterpretarse y los relacionan con el tracto gastrointestinal”, explica Giardina.
En este sentido, los signos que experimentan las mujeres pueden incluir falta de aliento, náuseas, vómitos, fatiga, dolor de espalda o dolor de mandíbula, entre otros.
“Cuando no eres consciente de que los síntomas están relacionados con un evento cardíaco, no llegas a la sala de emergencia tiempo y lo más probable es que se dañe el músculo cardíaco. Además, si no recibe la terapia adecuada de inmediato, entonces ese músculo tiene cicatrices ara siempre y es más probable que tenga insuficiencia cardíaca o arritmias”, explicó.
Sesgo inconsciente.
Existe un sesgo inconsciente que puede contribuir a las disparidades de género. “Sabemos que existe un sesgo tácito generalizado, ya sea porque la enfermedad cardíaca durante un tiempo no se consideró un problema de las mujeres, porque se presenta en ellas de forma diferente o porque si se ven bien, piensan que no puede ser del corazón. Y no sabemos al cien por cien cual es la respuesta a eso último”.
¿Qué pueden hacer las mujeres al respecto?
Las enfermedades cardíacas ponen a hombres y mujeres en riesgo y ambos necesitan practicar los mismos hábitos de estilo de vida para tener una buena salud. Así, entre estos hábitos se encuentran:
- No fumar.
- Beber con moderación, puesto que el consumo abusivo de alcohol puede aumentar la presión arterial.
- Ejercicio, que para las mujeres la recomendación es de realizar una actividad de 150 minutos a la semana.
- Mantener un peso moderado.
- Dormir lo suficiente.
Además, Steinbaum también indica que la depresión, que es más frecuente en las mujeres, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. “Entendemos que la conexión cerebro-corazón afecta a los corazones de las mujeres más de lo que afecta a los hombres”.
Asimismo, la investigación también muestra que las mujeres que tienen anormalidades asociadas con la artritis, como el lupus sistémico o la artritis reumatoide, que generalmente están asociadas con la inflamación crónica, puede tener un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, así como las mujeres que experimentan hipertensión o diabetes durante el embarazo.